El Real de la Feria...de día?? de noche?? qué mas da!!!
Nos levantamos a buena hora.
Desayunamos en el bar que había en el hotel. Zumo de naranja, café con leche y como le dije al camarero, un donut para un día redondo!! jajajaajaja. Debíamos desayunar bien, o los rebujitos nos iban a caer como cóckteles molotov en el estómago.
La otra gente con la que íbamos se levantó más tarde y como iban de señoritos, no querían coger el autobús para ir al centro. Ellos preferían taxi. Así que nos fuimos a la parada. He de decir que Rosita y yo en cuestión de horas, parecíamos del mismo Málaga...sino habríamos la boca, claro.
Los malagueños hablan cantando. Y la mayoría no pronuncia una "ese", sea cual sea la ubicación de la misma... ni al final, ni en medio ni al principio de una palabra. La cambian por la "ce". Pero he de decir que ir en el autobús y oirles hablar, fueran mayores o adolescentes, era divertido y nos gustaba mucho.
Teníamos la suerte de que el recorrido del "24" tenía como principio y fin nuestro hotel y el centro de la ciudad. Así que nos daba tiempo a hacer turismo busero...o sea, ese que haces entre parada y parada divisando desde la ventana. Y si he de ser sincera (y me perdonen los malagueños que puedan leerme), Málaga me pareció una ciudad vieja. Pero no una ciudad antigua que es diferente. Tiene hermosos edificios centenarios sin restaurar y era una lástima verlos así, porque el visitante se lleva esa sensación de haber estado en una ciudad abandonada a su suerte y más preocupada por construir en zonas nuevas que lavarles la cara a las viejas.
Y también calló otro mito...y es que todos los andaluces son simpáticos. Tuvimos la mala suerte de topar con alguno y alguna con muy malas pulgas, pero bueno, que es normal porque en todos sitios cuecen habas, no???
Llegamos a una de las casetas y lo primero era mimetizarse con el medio. Así que me puse delante de unos barriles de TIO PEPE y me hice una foto que le mandé a Mario diciéndole que me estaba portando bien. Y lo siguiente fue ponerse una flor roja en el pelo y abanico en mano, mezclarse con tanto arte malagueño. La caseta tenía aire acondicionado, cosa que era de agradecer, porque estaba como la plaza..."abarrotaaaaaaaaaaaaaaaaa"....vamos, que si bailabas eso de "mírala cara a cara que es la segundaaaaaaa", en el cambio con tu pareja, le metías una patá en la espinilla a los de al lado o les metías el abanico en la oreja.
Luego llegaron los amigos de Rosita. Bueno, realmente ella solo conocía a una. El resto eran amigos de su amiga. Pero las chicas que iban parecía que les habían metido un palo de escoba por el cucu. A una le pusimos la Beckam (sí, Mys, lo que me acordé de tu hermana), y a otra la Paulina (la Rubio, bueno, y la rubia jajajajajaja). Así que Rosita y yo decidimos darnos una vuelta por la caseta para ampliar horizontes.....Y en esas que me para Rosita cerveza en mano y me dice:
- Elly, yo me quiero hacer una foto con aquél
"Aquél" era un señor de unos cincuenta tacos (bien parecido...bigotito, ojos verdes y piel canela), que iba vestido como un señorito andaluz. Sombrero cordobés, traje negro ajustaito con chaqueta torera, camisa blanca con chorreras y perneras de cuero atadas a las piernas para montar a caballo. Vamos!!! que si le cambias el sombrero cordobés por uno mejicano, me veía con un mariachi o en la serie "Gavilanes". Pero si a mi Rosita le hacía ilusión, pos allá que me iba yo a entablar conversación.
Me acerqué al gavilán, y en una mano la cerveza y la otra el móvil, le digo muy educadamente:
- Buenos días caballero. Nos haría ilusión echarnos una foto con usted. No somos de aquí y nos parece un traje muy bonico el que usted lleva....(sí, soy así de asquerosamente educada cuando no conozco y quiero algo a cambio jajajaajajajaja)
El tipo me miraba con cara de "¿me-has-visto-cara-de-mono-de-feria-o-de-atracción-de-circo?"... Yo me quería morir, así que me enrollé a hablar de mi tierra y resultó que al tío le cambió la cara en dos segundos. Había hecho la mili en mi ciudad y encima tenía un gran amigo que trabajó en un pub típico de finales de los 80 y principios de los 90 de mi ciudad. El mismo le había montado una fiesta andaluza llevándose 6 caballos desde Málaga. Vamos, que si el gavilán tenía ganadería, fincas y caballos, a punto estuve de hincar una rodilla en el suelo y pedirle en matrimonio!!!!! jajajajajaajajjaja
¿Echar la foto? Una odisea. Lo más cerca que teníamos era a un señor más mayor que el otro, que aun dándole masticao dónde tenía que pulsar para la foto, no daba con la tecla (nunca mejor dicho). Eso sí, olor a cerveza, vino y Barón Dandy todo mezclaico, que mareaba sólo al acercarte. A ver cómo le explicabas al hombre, que mejor te diera el móvil y que esas tecnologías eran sólo de jóvenes...el gachó no soltaba el teléfono ni harto de vino (que iba seguro!!!)...Cuando conseguí arrancarle (literalmente) de las manos el móvil con una de mis mejores sonrisas en la cara, apareció un chico jóven, al que le pedí el favor.
La hizo rápido, eso sí, pero movidísima también.
Le mandamos la foto a Andoni para darle un poco de envidia. El chaparro en medio y Rosita y yo una a cada lado.
A la hora Andoni nos contestó en sms:
"ya veo que habéis ligado...¿a cuál de las dos le toca el caballo?"
Y es que este crío tiene un humor más rwaro rwaro rwaro!! jajajajaajajjajajajajaja
Besicos desde el país de las hadas.
Elly